Dos supervivientes de Auschwitz que conocieron a Francisco explican su historia


Es el momento en que han saludado al Papa Francisco, en el mismo lugar donde décadas antes sufrieron la que sin duda es la peor experiencia de sus vidas. Son Alojzy y Eway forman parte del grupo de diez supervivientes del campo de exterminio que conocieron al Papa Francisco durante su visita Auschwitz.

ALOJZY FROS
Superviviente Auschwitz
"Para poder tener una visión completa de lo que ocurrió aquí, es necesario haberlo vivido. Aquí sucedieron muchas cosas horribles y todas nuestras historias lo demuestran”.

Alojzy Fros tiene 99 años y luchó en las filas del ejército polaco durante la II Guerra Mundial. Por eso, fue confinado en Auschwitz en 1943. Ewa también compartió el mismo destino aunque ella era tan solo una niña de dos años.

EWA UMLAUF
Superviviente Auschwitz
"Sobreviví a Auschwitz con tan solo dos años. Nací en diciembre de 1942 en otro campo en Eslovaquia, y luego nos llevaron a Auschwitz”.

Las condiciones infrahumanas del campo de concentración provocaron en Alojzy problemas de salud que sufre todavía hoy en día. Sin embargo, las heridas más profundas son las que el tiempo aún no ha podido sanar.

ALOJZY FROS
Superviviente Auschwitz
"Lo recordaré toda mi vida, estaba en el bloque 21 cuando nos hicieron salir de los barracones me llevaron a una habitación en la primera planta. La puerta de los baños estaba abierta y cuando pasé vi cuerpos apilados como si fueran troncos de madera, unos para un lado, otros para otro. Tendrían como un metro y medio de altura. Esta experiencia fue tan fuerte, sigue tan viva que cada vez que cierro los ojos me viene esta imagen a la mente”.

Estos recuerdos que atormentarían a cualquier persona, no frenaron en ninguno de estos dos supervivientes su voluntad de luchar por vivir.

EWA UMLAUF
Superviviente Auschwitz
"Quiero decirle a la juventud que hay que luchar para poder sobrevivir. Aprender del pasado nos da poder, porque el pasado nunca acaba. Cuando no tienes en cuenta el pasado, no tienes ningún futuro”.

Este mensaje de los supervivientes a los que saludó Francisco en Auschwitz se suma a las últimas palabras que el Papa dejó antes de marcharse: "Señor por favor ten piedad de tu gente, perdona toda esta crueldad”.