El Papa Fracisco confesó a jóvenes

El programa de Francisco se inició temprano en la mañana, cuando el papa celebró una misa privada para unos 300 religiosos en una capilla de la residencia de Sumaré, donde está alojado en Río.

El Papa Francisco confesó a jóvenes en su quinto día en Brasil



Fue en la Quinta de Boa Vista, uno de los parques más grandes de Río de Janeiro. Luego se encontrará con reclusos

En el quinto día de su visita a Río de Janeiro, el papa Francisco confesó hoy a cinco jóvenes participantes de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), en la Quinta da Boa Vista, donde funciona una feria vocacional.

Francisco llegó a bordo de un automóvil gris y se dirigió al espacio dentro del predio, acondicionado con 50 confesionarios blancos diseñados especialmente para la jornada, y allí escuchó la confesión de tres brasileños, un venezolano y un italiano -tres hombres y dos mujeres-, elegidos por sorteo.

Para resguardar la intimidad de un momento tan privado, no se permitió tomar imágenes del encuentro del papa argentino con los peregrinos elegidos, de quienes tampoco se suministró su identidad.

Según informó el director del Sector Preparación Pastoral de la JMJ, el padre Arnaldo Rodrigues, los jóvenes fueron elegidos del sistema de registro de inscriptos en la jornada y el sorteo se llevó a cabo por el lenguaje y no por país.

Los peregrinos fueron confesados por Jorge Bergoglio en unos modernos confesionarios de madera blanca, diseñados por el arquitecto español Ignacio Iñiguezde Onzoño, que reproduce la forma de la famosa estatua del Cristo Redentor en la montaña del Corcovado.


El papa Francisco besa a una bebé hoy, viernes 26 de julio de 2013, a su llegada al la plaza San Joaquín en Río de Janeiro (Brasil). El pontífice confesó en el parque a cinco jóvenes, tres muchachos y dos muchachas, en el acto más íntimo y reservado de los programados durante la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud. Francisco sigue así los pasos de Benedicto XVI, que en la JMJ de Madrid de 2011 también confesó a cuatro chicos, dos hombres y dos mujeres, en el Parque del Retiro de la capital española. EFE/David Fernández David Fernández / EFE

En varias oportunidades, Jorge Bergoglio dijo que escuchar las confesiones de los fieles es una de las cosas que más le gusta hacer como sacerdote. En el libro El jesuita (la biografía del papa en forma de entrevista hecha por Sergio Rubin y Francesca Ambrogetti) Bergoglio daba su visión sobre este sacramento: “Suelo decirles a los curas que cuando están en el confesionario no sean rigoristas, ni ‘manga ancha’. El rigorista es aquel que aplica, sin más, la norma. ‘La ley es ésta y punto’", dice. "El ‘manga ancha’ la deja de lado. ‘No importa, no pasa nada, total la vida es así, seguí adelante’", considera. "El problema es que ninguno de los dos se hace cargo de quien tiene delante; se lo sacan de encima”.


La confesión no es un trámite sería el mensaje de Bergoglio, sino que compromete a quien la escucha, lo obliga a ocuparse y preocuparse por el drama del otro.


Los venezolanos no tienen pecados”, broméo el Papa 

con una joven tras confesarla

RÍO DE JANEIRO, 26 julio 2013 AFP) – En cinco minutos: ansiedad, llanto, risas y abrazos. La venezolana Estefani Lescano, de 21 años, fue uno de los cinco jóvenes que se confesó en Rio de Janeiro con el papa Francisco, quien le comentó bromeando que “los venezolanos no tienen pecados”.

Tres brasileños, una italiana y Estefani fueron escogidos al azar en un sorteo entre más de 300.000 peregrinos inscritos en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebra con el pontífice hasta el domingo.

El 24 de mayo a las 13H30 Estefani, una morena bajita de La Guaira (norte de Venezuela), recibió la llamada que le anunciaba el encuentro con el primer papa latinoamericano: “no me lo podía creer, grité, lloré”.

“Me dijeron que fue Dios que quería que estuviera con nuestro papa Francisco”, comentó después del sacramento.
La confesión duró un poco más de cinco minutos y de todas fue la “más fluida”, por ser en español, idioma natal de ambos, indicó.
“Le dije que visitara mi país que tanto lo necesitamos y me dijo que en cuanto pueda lo hará, y me dijo que los venezolanos no tenían pecados”.

“Le dije que visitara mi país que tanto lo necesitamos y me dijo que en cuanto pueda lo hará, y me dijo que los venezolanos no tenían pecados”, recordó riendo.

Casi dos meses Estefani, estudiante de enfermería, esperó por el encuentro con Francisco en silencio, ya que la JMJ pidió mantener sigilo sobre el derecho ganado. “Mucha ansiedad, contaba los días, las horas, los segundos”, dijo a la AFP.

Y al verlo “claro que lloré, pensé que iba a llorar más, me quedé como en estado de ‘shock’ y después me puse a llorar, el papa se quedó (observando), fue cariñoso, lo abracé, tenía que abrazarlo”, añadió la joven que vestía una camiseta con los colores de la bandera venezolana y un escapulario.

“Le obsequié una virgen de Coromoto, nuestra patrona, y una bandera representativa de nuestro país”, siguió.

El sacramento se celebró en un confesionario blanco en la Quinta da Boa Vista, similar a los usados en este parque de Rio en los últimos días para las confesiones colectivas de millares de jóvenes en el marco de la JMJ.

El Papa llegó y se fue rápido. Solo unos pocos, muchos sacerdotes y monjas, pudieron entrar al parque para verlo pasar.

“La conversación con el Santo Padre fue rápida pero bastante contagiosa por su simplicidad, por ese calor que nos transmite a través de su mirada de la que brotaba amor”, dijo por su parte Welington de Melo (23), uno de los brasileños confesados.

Y Estefani, ¿cuál fue tu penitencia?: “Eso es algo personal, quedará entre el Papa y yo”.