Después del encuentro con los jóvenes en Quinta da Boa Vista, el pontífice volvió a darse un baño de multitudes, al ser festejado por miles de personas durante su trayecto en papamóvil entre el teatro Municipal, en el centro de Río, y el Palacio Episcopal, en el vecino barrio de Gloria, donde sostuvo un encuentro reservado con jóvenes delincuentes.
Según el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, esa reunión corresponde a “la tercera etapa” del plan de Francisco de reunirse con los “jóvenes de sufren”, y que ya incluyó la visita a un centro de recuperación de drogodependientes, el miércoles, y la ida a la favela Varginha, el jueves.
Lombardi agregó que el encuentro con los delincuentes juveniles ha sido incluido en el programa de la JMJ por iniciativa del Papa, quien, desde que asumió el sillón de Pedro, suele llamar por teléfono cada dos semanas a un grupo de jóvenes detenidos en Buenos Aires, con los que ha construido “una relación de amistad”.
El portavoz agregó que la cercanía del pontífice con prisioneros jóvenes también quedó evidente en el último Jueves Santo, cuando Francisco se trasladó a la cárcel de Roma para lavar los pies de los detenidos.
El programa papal de este viernes incluye además un almuerzo con 12 jóvenes -dos de cada continente y dos más de Brasil- y, al final de la tarde, un regreso a Copacabana donde Francisco hará un discurso ante los cientos de miles de jóvenes de todo el mundo que intervienen en la JMJ, después de asistir a una representación de la Vía Crucis sobre la famosa playa carioca.
Francisco fue por primera vez a Copacabana en la tarde de este jueves, cuando fue festejado con devoción eufórica por alrededor de un millón de personas que lo vitorearon a lo largo de su recorrido de menos de cuatro kilómetros a bordo del papamóvil.
Hoy, en un mensaje divulgado por Twitter (@pontifex), el pontífice calificó de “inolvidable” su primer encuentro con los peregrinos: “¡Inolvidable Fiesta de Acogida en Copacabana! ¡Que Dios los bendiga a todos!”, escribió.
RÍO DE JANEIRO, 26 Jul. 13 / 04:07 pm (ACI).- El Papa Francisco hizo una cariñosa y enérgica exhortación hoy a un grupo de ocho muchachos recluidos en centros correccionales de Río de Janeiro (Brasil): "Nunca más violencia, solo amor".
En conferencia de prensa realizada esta tarde en el Media Center de Copacabana, el vocero del Vaticano, Padre Federico Lombardi, relató cómo fue el encuentro de los seis muchachos y dos muchachas que están en centros correccionales en Brasil y que hoy pudieron compartir un momento especial con el Santo Padre.
Una de las chicas, la más animada del grupo, compuso una canción que cantó para el Papa y le entregó además una carta al Santo Padre, en nombre de ella y de todas las compañeras con las que está recluida.
El grupo le obsequió al Pontífice un gran rosario en cuya cruz estaba escrito, en portugués, "Candelaria nunca más", como recuerdo de la matanza de la iglesia de la Candelaria en la que un grupo paramilitar asesinó a ocho jóvenes dedicados al crimen, entre 14 y 19 años de edad, el 23 de julio de 1993. En algunas de las cuentas estaban escritos los nombres de los muchachos que murieron ese día.
El Santo Padre rezó ante este gran rosario y repitió varias veces a los jóvenes "Nunca más violencia, solo amor" y, fiel a su costumbre, pidió a cada uno de los chicos en repetidas ocasiones que "recen por mí".
Francisco también rezó el Padre Nuestro con ellos, pidiendo especialmente por todos los jóvenes que son víctimas de la violencia en todo el mundo.
El Pontífice le contó a los muchachos en el encuentro, dijo el Padre Lombardi, que de cuando en cuando llama a un grupo de jóvenes reclusos en la Argentina a quienes acompaña y a quienes alienta.
El Padre Lombardi dijo además que todos y cada uno de los ocho jóvenes que participaron en el encuentro en el Arzobispado tenían la camiseta de la Jornada Mundial de la Juventud y "eran por ello verdaderamente peregrinos de esta Jornada de Río".