Cracovia, 28 Jul. 16 / 08:57 am (ACI).- La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia comenzó el pasado martes 26 con la dramática noticia del asesinato de un sacerdote francés a manos de dos yihadistas del ISIS. Desde entonces, el P. Jacques Hamel se ha convertido en un auténtico héroe, e incluso el Papa Francisco se ha referido a él.
Los más de 35.000 jóvenes franceses que participan estos días en la JMJ no quieren olvidarlo y por eso han organizado diferentes actividades y celebraciones en su memoria.
En la mañana del miércoles 27, cientos de estos jóvenes se reunieron en la iglesia de San Florián (en el centro de la ciudad), donde San Juan Pablo II trabajó durante dos años de su vida. Allí celebraron una Misa en recuerdo al sacerdote asesinado que contó con la presencia de varios obispos.
Otro de los grandes recuerdos al P. Hamel tuvo lugar el mismo día por la noche, a orillas del río Vístula, en un concierto del grupo de rock cristiano “Glorious”.
Con el castillo de Wawel de fondo, la llamada “playa de Cracovia” instalada en el río tiene un gran escenario con iluminación donde estos días se celebran algunos espectáculos.
Allí, pocas horas después de la llegada de Francisco al país, los jóvenes franceses se congregaron también para meditar y orar por el sacerdote que dio su vida en la la iglesia de Saint Etienne du Rouvray, en Normandía (Francia).
Uno de los integrantes del grupo musical, el cantante Thomas Pouzin, invitó a los sacerdotes y obispos que acudieron a presentarse. “Miren todos a su alrededor a los sacerdotes que dan su vida por todos nosotros”, pidió a los jóvenes el artista. "¡Gracias Señor por estos sacerdotes!”, añadió.
Otro de los que tomó la palabra fue el Obispo de la Diócesis de Pontoise, Mons. Stanislas Lalanne, quien agradeció a los jóvenes por ese “hermoso momento”. “Esta es la respuesta que se espera quienes son hermanos: la alegría de creer, de ser amado porque es la mejor respuesta que podemos dar ante estos dramas”, aseguró.
“Los jóvenes cristianos están llamados a ser testigos de la vida ordinaria, independientemente de nuestras heridas y de nuestras vulnerabilidades”, dijo el Obispo a los jóvenes presentes.